Friday, September 22, 2017

Le gritaron negra…, y otras cosas.

Varias semanas atrás una amiga compartió en su muro de Facebook un vídeo de una niña declamando un poema de la exponente del arte afroperuano Victoria Santa Cruz titulado Me gritaron negra, la menor hacía su interpretación con fuerza, sentimiento y excelente dicción por lo cual llamó mi atención cada palabra que decía.

Por la impresión que me dejó, investigué sobre la compositora y me encontré con una entrevista en la cual ella explicaba que cuando era niña una vecina se mudó a su barrio y un día le vociferó negra, aquello fue un barde de  agua fría para  ella, no sabía hasta ese momento que su color de piel era un problema para socializar con los demás.

A raíz de conocer más sobre Santa Cruz y analizar su trabajo no he dejado de hacerme varias preguntas:

1.      ¿Cuál es el afán que tenemos de que otros se sientan fuera de nuestro círculo?
2.      ¿A qué se debe tanto rechazo a los demás por su color de piel, su forma de pensar, entre otros asuntos?
3.      ¿Quién da la autorización para que andemos hablando de los demás como si fuera nuestra vida?
4.      ¿Quién nos ha hecho creer que nuestra manera distinta de ser debe ser un motivo para apartarnos uno del otro?

Por cuestiones como las anteriores, cada  año cientos de jóvenes descubren que ellos son distinto, siempre hay un conocido que se encarga de enfatizarle su diferencia, de despreciarle por el simple hecho de tener  un atributo que esa persona no decidió tener y por no cumplir con los parámetros de bellezas que la sociedad considera normales.

Eso es acoso y como cualquier otro tipo no se puede ver como algo normal, no es para reírse y hacer creer al victimario que su accionar  es correcto; por lo tanto, cada vez que se tenga la oportunidad de detener esa acción hay que hacerlo.

Hace tiempo esas burlas no pasaban del salón de clase o del momento en el cual se jugaba con los chicos de la comunidad; sin embargo, hoy puede ser una pesadilla de todo el día por la facilidad que dan las redes sociales para que se hagan publicaciones que a simple vista no están dirigidas a  nadie pero que la víctima sabe que es a ella que le escriben, eso se ha convertido en un ruido que va más allá de dejar sordo.


En el caso de Victoria Santa Cruz,  su experiencia le sirvió de inspiración para un poema que refleja su reflexión sobre el asunto; pero hay otros, de pensamiento distinto, que no les ocurre igual: sufren, se callan, aguantan y luego hacen un fuerte intento de olvidar aquellos momentos desagradables, por no mencionar los que toman decisiones más drásticas. 

Primer año como profesor

Si será su primer año escolar como docentes, les felicito, son campeones desde  ahora, ya están en la carrera real, la que en verdad enseña, el ejercicio profesional diario, de una labor que por años ha alimentado a la patria con hombres y mujeres de bien.
Quiero desearles éxito y que puedan colaborar en el proceso de formación de los dominicanos; sin embargo, quiero darles algunas sugerencias para que el trayecto sea agradable:
  • Sean ustedes mismo, no pierdan su tiempo intentando ser como el docente modelo de la institución que pertenecen, no sean una copia, tómenlo como ejemplo a seguir pero continúen siendo ustedes.
  • Estudien cada grupo, cada una de las secciones de clases que les son asignadas son distintas, reaccionan diferentes y deben estudiarlas a fondo para comprender cuál es la metodología adecuado para tener un buen ambiente y que los integrantes de la clase no deseen irse.
  • Colaboren y aporten, procuren siempre cooperar con todas las actividades en las que puedan participar, en especial, las que involucran a los alumnos y sus padres. Además, quizás ustedes son los únicos profesores nuevos en su escuela este año, así que cada vez que sientan que tienen algo que aportar y sugerir háganlo.
  • Sean humildes, si tienen mucha teoría de la universidad, aun se hayan graduado con honores, mantengan la calma cuando se les corrija algo sobre su práctica pedagógica, autoevalúense y si deben modificar algo, corríjanlo de inmediato.
  • Habrán días difíciles, durante todo el año tendrán días extraordinarios y otros que les servirán para obtener más conocimiento y experiencia, será su actitud la que determinará el impacto que esos días tengan en su deseo de seguir creciendo como docente.
Les aseguro que dentro de once meses no serán las mismas personas, ni los mismos profesionales por todo el aprendizaje que van a adquirir.  Y recuerden, han llegado al sistema educativo en un momento estelar en el cual se necesita de ustedes para seguir avanzando.

Queridos supuestos ladrones

Antes de ir al título de esta entrada, quiero expresar que he decidido escribir de nuevo; era una idea que tenía desde hace un tiempo. Espero que me acompañen en esta nueva aventura.

Retomando el título: la cabecera de “Queridos supuestos ladrones” se debe a que nos han robado donde laboro, no tenemos forma de saber quiénes fueron, no hay prueba, nos quitaron elementos valiosos del centro educativo, un lugar que recibe las cuotas trimestrales correspondientes del Ministerio de Educación, con la cual se hacen grandes esfuerzos para mantener la escuela como un lugar que cuente con los elementos básicos para impartir docencia con tecnología y materiales que faciliten el trabajo de aprendizaje de los alumnos.

Estimados  saqueadores: es cierto, que nuestra casa de estudios se encuentra en un distrito municipal de la provincia de Santiago que a la economía provincial aporta bastante por la cantidad importante de empresas que se encuentran allí. Sin embargo, no contamos con una colaboración o apadrinamiento voluntario de esas empresas pero es probable que ustedes no sepan que con el dinero del ministerio no es suficiente y que será muy duro conseguir de nuevo lo que sustrajeron.

Les aseguro, apreciados presuntos delincuentes, que las puertas que desmontaron fueron muy fácil de quitar, nos imaginamos que ustedes no pensaron en lo complicado que será encontrar dinero para volver a poner esas puertas, han dejado un trabajo mayor para las autoridades del centro, ¿por qué no la volvieron a poner?, se lo hubiesen agradecido.

En su plan de acción, es probable que ustedes hayan puesto precio a los artículos que se llevaron, pero estamos convencidos que no saben el costo que tiene para la institución, los estudiantes y profesores  el haberse llevado esos instrumentos de trabajo.

Deseamos agradecerles que dejaron al guardián con vida, con ese acto indicaron que no son tan malvados, y que su deseo de hacer daño, no era tan enorme.

Si algún día leen esto, les invito a no volver hacerlo, que desde ahora entiendan que un liceo, una iglesia, un club comunitario son espacios sagrados y que no deben tocar en su labor de vandalismo, piensen que sus hijos, aunque no pertenezcan a esa comunidad tienen la oportunidad de ir a esas instalaciones y adquirir conocimiento en un ambiente confortable y equipado, solo quería ayudarles a reflexionar sobre eso, quizás me entiendan.